jueves, agosto 18, 2011

Cocodrilos por mascotas.

El padre y el hijo vinieron a verme, me sacaron de casa para ir a almorzar, la platica fue fluida y muy interesante, me sentía en tanta confianza, tan amada, tan abrigada.
Me llevaron a un sitio elegante al que llegamos caminando, pero no habia mesas y tuvimos que esperar largo rato platicando en un sofá, en verdad fue mucho tiempo el que paticamos tan animadamente, tan en confianza; de pronto ya tenia yo un plato en mi regaso y
comia tranquilamente de él mientras platicabamos, recuerdo que hablamos de un viaje y me platicaban lo hermoso que era ese lugar, yo le decía al padre que deberiamos de ir y lo invité a ir conmigo; no sé por qué no invité al hijo, el padre dijo que iría con gusto, pero que deberia
soportar todas sus manias y aguantar exponerme con él en público, yo insistia que lo haría gustosa.
Acabé el platillo y les dije que ya no queria comer ahí, los dos dijeron lo mismo, nos levantamos y caminamos a casa, la calle estaba un poco sucia, encharcada, con muchas piedras por todos lados, pero con mis zapatillas logré sortear los charcos. Caminamos a casa, el departamento estaba
oscuro, prendí una lampara y al hijo le gustó, le dije que tenia ptra igual, que se la obsequiaba, de pronto el hijo que era un joven de unos veintisiete años se convirtió en un niño de unos siete, muy lindo, inteligente y apuesto, se acercó a mi y me abrazo y me dio besos en la
mejilla, decia que se tenian que ir y yo lo abrazaba fuerte mientras le pedia que se portara bien, que viniera pronto a visitarme otra vez. Sentí mucha calidez, mucho amor, como si fueran mi familia. En verdad me sentí abrigada y muy respaldada.

Cuando salieron del departamento noté que habían dejado la lampara asi que la tomé y corrí para intentar alcanzar al niño y dársela, sonó en las escaleras un ruido fuertisimo, me asomé y vi que mucha gente de departamentos abajo se estaba asomando, no recordaba haber subido tantas escaleras, estaba en el piso seis o siete; en la planta baja había tres cocodrilos muertos, su dueño los mató.... no logro recordar porque lo hizo, pero gritaba que los necesitaba para hacer su tarea
y que los queria vivos nuevamente, la policia estaba en el edificio y una ambulancia se llevaba a los cocodrilos tapados completamente como si fuesen personas. A mi se me olvido por completo que tenia que entregar la lampara y me fui a la terraza a abrazar a mi perro.
Mi prima Steph estaba indignada por lo de los cocodrilos, insultaba al tipo que los había matado.

Yo me quedé en la terraza con mi perro, muy tranquila, mirando la noche,que era muy oscura y sin estrellas.

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